Mayoría de empresarios cree que el Caso Convenios dañará “mucho” la capacidad del Gobierno de alcanzar acuerdo tributario

El ánimo en el mundo de los negocios y de la ciudadanía en general se mantuvo deprimido al término del primer semestre y, de hecho, el caso que puso a la fundación Democracia Viva -ligado a militantes de Revolución Democrática (RD)- en el centro de la polémica pareció agregar otra dosis de preocupación.

El Índice de Confianza Económica de junio que elabora Deloitte en conjunto con Cadem y DF mostró que el 60% del panel de 59 representantes de las industrias más importantes en Chile estima que la situación económica está “mala o muy mala”. Un 82%, además, estima que lo estará en los próximos seis meses.

Dentro de este mismo grupo, el 96% cree que lo ocurrido con la fundación Democracia Viva -que recibió transferencias de recursos del Gobierno actual- corresponde a corrupción, versus el 86% que arroja la medición de la opinión pública en general.

Y mientras en esta última el 33% aprueba la gestión del Ejecutivo frente al tema, la cifra baja a 18% en el sector privado.

Aún más delicado, en el ámbito de los negocios, el 94% opina que lo ocurrido con Democracia Viva daña “mucho” la confianza en el sistema político. Y el 86% manifiesta que perjudicará “mucho” el trabajo que realizan las fundaciones en Chile.

Y otro golpe será para la propia agenda de la administración Boric, pues el 90% de los ejecutivos de empresas plantea que dañará “mucho” la capacidad del Gobierno de alcanzar un acuerdo tributario.

“Si el gobierno no logra cerrar rápido esta crisis, las reformas que quiere impulsar, como la de pensiones y particularmente la tributaria, se ven muy cuesta arriba”, expresó el gerente general de Cadem, Roberto Izikson.

Y agrega que ante estos resultados, “el Ejecutivo prácticamente no tiene espacio para salir a buscar más impuestos”.

Gabriela Romero, socia líder de financial advisory en Deloitte
“No todo son malas noticias, ambos indicadores (opinión pública y negocios) han mostrado considerables mejoras con respecto a los resultados de mediados del año pasado”.

Carolina Cuevas, directora de Chile Transparente
“La gente está cansada de ver que no hay consecuencias ante actos de corrupción y sería muy dañino para la sociedad que esta vez ratificara esa desesperanza aprendida”.

Agenda de probidad

Ante la relación entre el Estado y estas organizaciones, el 68% de los ejecutivos empresariales cree “muy necesario” que se impulse una agenda de probidad.

“La gente está cansada de ver que no hay consecuencias ante actos de corrupción y sería muy dañino para la sociedad que esta vez ratificara esa desesperanza aprendida”, afirmó la directora de Chile Transparente e integrante del panel Deloitte-Cadem, Carolina Cuevas.

De ahí que, en su opinión, la agenda de probidad debe incluir básicamente dos cosas: aumentar la transparencia y estándares de gobernanza de las organizaciones de la sociedad civil; y reforzar las normas del estado relativas a gastos y asignaciones.

En la primera dimensión, precisó, se debe incluir a las fundaciones que reciban fondos públicos dentro de los sujetos obligados a transparencia activa, así como declarar sus conflictos de interés y la existencia de personas que sean políticamente expuestas (PEP).

Por el lado del Estado, se debe privilegiar la concursabilidad de los fondos.

Escenario económico

Pese a las negativas expectativas para la economía de parte de los paneles de negocios y opinión pública en general, la socia líder de financial advisory en Deloitte, Gabriela Romero, señaló que “no todo son malas noticias, ambos indicadores han mostrado considerables mejoras con respecto a los resultados obtenidos a mediados del año pasado, donde estos porcentajes se ubicaban en 100% de los representantes del panel de negocios y 63% de la opinión pública”.

Ahora el 82% y 54% de los citados grupos prevén un deterioro del escenario económico. A esto se suma sí una preocupación que parece crecer sobre el empleo.